La Federación Española de Fútbol es un organismo feliz… pese a las trabas del Gobierno. No puede ser de otra manera. Deportivamente, todo funciona en Las Rozas. La selección absoluta de fútbol está en la gran final de la Eurocopa. En las categorías inferiores, el trabajo de formación es impecable. La envidia del mundo. Y en el fútbol femenino, el crecimiento ha sido tan superlativo que nos hemos convertido en auténticos referentes. El trabajo desde la base ya ha visto sus frutos en el primer equipo, donde somos campeonas del mundo y soñamos con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París.

Todo transcurre por la senda correcta en lo deportivo y eso que a la actual Federación Española de Fútbol no se lo están poniendo nada fácil. Y, lo más doloroso, es que los que no paran de poner zancadillas en la Federación son los mismos que deberían empujarla a seguir prosperando, el Gobierno de España.

El último año de la Federación Española de Fútbol ha sido tremendamente complicado. Con el caso Rubiales comenzó una cuesta abajo que gracias al esfuerzo de los trabajadores que día a día se esmeran desde Las Rozas por tratar de sostener los cimientos del organismo deportivo más importante de nuestro país se ha ido superando.

Tras la inhabilitación de Luis Rubiales, llegó Pedro Rocha como presidente de una gestora que tenía dos objetivos: disolverse cuanto antes para elegir un nuevo presidente que devolviese la normalidad a la Federación Española y proteger la candidatura para el Mundial 2030. Estos eran los retos y, el segundo, se está logrando, mientras que con el primero están sufriendo mucho por la cantidad de trabas que está poniendo el Gobierno.

En un primer momento, por orden del TAD, se retrasó la convocatoria de elecciones al obligar a que fuese el presidente el que convocase elecciones. Una vez consiguieron que fuese elegido Pedro Rocha (el hombre que capitanea un equipo que vela por los intereses del fútbol español con una mano izquierda asombrosa para la cantidad de problemas que ponen) y que éste convocase unas elecciones cuyo proceso electoral debería comenzar el próximo 10 de septiembre, en medio de la Eurocopa desde la RFEF se encontraron una propuesta de inhabilitación del actual presidente que llevaría de nuevo a la Federación a la casilla de salida por esas actuaciones del Gobierno.

«Estamos a dos meses de que se convoquen unas elecciones, por lo que no tiene sentido que se sobrevuele la cabeza de Pedro Rocha con la Eurocopa y los Juegos», aseguran fuentes de la RFEF. «Si interviene nos vamos otra vez a comisión gestora», añaden. Una decisión que desestabilizaría el fútbol, justo cuando todo va por el buen camino en lo deportivo y las relaciones con el resto de actores, como la Liga, son más que correctas.

Desde la Federación hay cierto hartazgo por esta situación que provoca el Gobierno. «Lleva sobrevolando la idea de la inhabilitación muchos meses y es hasta un acoso», explican. El plan, si les dejan, desde Las Rozas está claro. Acabar la Eurocopa, finalizar los Juegos Olímpicos y, después, unas elecciones abiertas donde todo el mundo que quiera, y que reúna los requisitos, se pueda presentar.

A pesar de todo esto, desde la Federación no se atreven a asegurar que antes de la final de la Eurocopa no se inhabilite a Pedro Rocha, lo que supondría un varapalo enorme para los intereses del fútbol español. La RFEF volvería a comenzar un proceso que ya está encarando su recta final.

Un milagro deportivo

A pesar de esta complicadísima situación, desde Las Rozas celebran que en lo deportivo va por el buen camino. De hecho, se están superando todas las expectativas. Esto es el ejemplo perfecto de que si la dejan trabajar con tranquilidad, los resultados antes o después llegarán.

Además, la participación de España en la Eurocopa está regando a la Federación de un dinero que vendrá muy bien a todo nuestro fútbol. Hasta el momento, la selección española ha ganado en esta Eurocopa 25,25 millones de euros. Además, si son capaces de levantar el título, se ingresarán ocho millones de euros más.